jueves, 31 de diciembre de 2015

Dios te da la capacidad de Soñar y hacer realidad tus sueños. Pon en Sus Manos todos esos planes para este año y que Él te ayude a cumplirlos con paz y amor en tu corazón.

FELIZ AÑO PARA TI Y PARA TODA TU FAMILIA!

lunes, 21 de diciembre de 2015

ellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

Comentario: Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)

«¡Feliz la que ha creído!»

Hoy, el texto del Evangelio corresponde al segundo misterio de gozo: la «Visitación de María a su prima Isabel». ¡Es realmente un misterio! ¡Una silenciosa explosión de un gozo profundo como nunca la historia nos había narrado! Es el gozo de María, que acaba de ser madre, por obra y gracia del Espíritu Santo. La palabra latina “gaudium” expresa un gozo profundo, íntimo, que no estalla por fuera. A pesar de eso, las montañas de Judá se cubrieron de gozo. María exultaba como una madre que acaba de saber que espera un hijo. ¡Y qué Hijo! Un Hijo que peregrinaba, ya antes de nacer, por senderos pedregosos que conducían hasta Ain Karen, arropado en el corazón y en los brazos de María.

Gozo en el alma y en el rostro de Isabel, y en el niño que salta de alegría dentro de sus entrañas. Las palabras de la prima de María traspasarán los tiempos: «¡Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!» (cf. Lc 1,42). El rezo del Rosario, como fuente de gozo, es una de las nuevas perspectivas descubiertas por san Juan Pablo II en su Carta apostólica sobre El Rosario de la Virgen María. 

La alegría es inseparable de la fe. «¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?» (Lc 1,43). La alegría de Dios y de María se ha esparcido por todo el mundo. Para darle paso, basta con abrirse por la fe a la acción constante de Dios en nuestra vida, y recorrer camino con el Niño, con Aquella que ha creído, y de la mano enamorada y fuerte de san José. Por los caminos de la tierra, por el asfalto o por los adoquines o terrenos fangosos, un cristiano lleva consigo, siempre, dos dimensiones de la fe: la unión con Dios y el servicio a los otros. Todo bien aunado: con una unidad de vida que impida que haya una solución de continuidad entre una cosa y otra.

jueves, 17 de diciembre de 2015


Evangelio de hoy 
Mateo 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón; Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf; Asaf a Josafat; Josafat a Joram; Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.

Reflexión 
San Mateo inicia su Evangelio con la Genealogía de Cristo para indicarnos que él es el Mesías anunciado desde Abraham y que es verdadero hombre. 

Cada período de catorce generaciones nos presenta una etapa de la historia de la salvación, en medio de la cual, Dios fue realizando esta salvación. Dios se inserta en nuestra historia de manera total, se hace hombre, se encarna para tomar parte de las realidades humanas (menos del pecado) y desde ahí proponer un estilo de vida. Jesús no es un concepto sino el amor de Dios hecho carne. Dios está en nuestra historia personal y quiere participar en ella. 

El problema es que algunos no le permitimos actuar con libertad y por ello, nuestra vida se complica. Dios no es una idea, es una persona encarnada, por ello el cristianismo no es una filosofía sino un estilo de vida. Vivámoslo esta Navidad y siempre. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro 

Evangelio de hoy 
Mateo 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón; Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf; Asaf a Josafat; Josafat a Joram; Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.

Reflexión 
San Mateo inicia su Evangelio con la Genealogía de Cristo para indicarnos que él es el Mesías anunciado desde Abraham y que es verdadero hombre. 

Cada período de catorce generaciones nos presenta una etapa de la historia de la salvación, en medio de la cual, Dios fue realizando esta salvación. Dios se inserta en nuestra historia de manera total, se hace hombre, se encarna para tomar parte de las realidades humanas (menos del pecado) y desde ahí proponer un estilo de vida. Jesús no es un concepto sino el amor de Dios hecho carne. Dios está en nuestra historia personal y quiere participar en ella. 

El problema es que algunos no le permitimos actuar con libertad y por ello, nuestra vida se complica. Dios no es una idea, es una persona encarnada, por ello el cristianismo no es una filosofía sino un estilo de vida. Vivámoslo esta Navidad y siempre. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro 

miércoles, 16 de diciembre de 2015


Si el mundo continúa siendo tiranizado por el pecado y sus consecuencias es porque no se ha acercado a Jesús, o no ha dejado que lo sane y lo libere. 

En medio de este mundo fragmentado por el pecado no falta, aun entre nuestros hermanos, quienes se pregunten si realmente Jesús es el Mesías enviado por Dios para salvar a su pueblo. El hambre, la guerra, el egoísmo, la misma muerte, parecerían ser aún los tiranos que oprimen al hombre.

martes, 15 de diciembre de 2015


Con este evangelio, y al acercarnos cada vez más a la Navidad, Jesús nos recuerda que no basta decir "Señor, Señor", sino que debemos hacer la voluntad del Padre. 

El Evangelio de hoy
Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. El le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?" Ellos le respondieron: "El segundo".

Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".



Reflexión del Pbro. Ernesto María Caro
Hay un dicho mexicano que dice, que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.

Con este evangelio, y al acercarnos cada vez más a la Navidad, Jesús nos recuerda que no basta decir "Señor, Señor", sino que debemos hacer la voluntad del Padre. Creer en Jesús implica responder a las exigencias del evangelio. Asistir a misa, rezar, confesarse es algo muy bueno, pero no agota la existencia cristiana.

Decirle a Jesús que "sí", implica comprometerse a hacer lo que Dios nos pide, aunque esto, como en el caso de María, no siempre sea fácil. Por ello, no basta leer la Biblia, es necesario poner todo nuestro esfuerzo en hacerla vida; Dios hará el resto.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

Meditación Por 

Mt. 21, 23-27: en la vida podemos caer en dos actitudes: “el autoritarismo salvador” o “la autoridad regeneracional”.

1) El autoritarismo salvador: es el punto donde vos te pones como el centro y eje de todo, el “yo mando aqui”.

Llegas a ver que tu familia se convierte en tus empleados. Me siento la esperanza de los otros y todo lo reduzco a tomas de decisiones que pasan por mi. Es una mezcla de egocentrismo con falta de vida espiritual. No sabe delegar.

2) Autoridad regeneracional: asume su función pero busca delegar. Trabaja en equipo y se siente un equipo. Implica humildad y diálogo. Utiliza las palabras: perdon, permiso y gracias.

lunes, 14 de diciembre de 2015

 Del mismo modo que un hombre del mundo utiliza la imaginación al servicio de sus intereses, los cristianos hemos de emplear nuestros talentos al servicio de Dios y del Evangelio.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Evangelio de hoy 
Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave, y mi carga, ligera".

Pbro. Luis Zazano

Parroquia Sagrada Familia de Nazareth Alderetes

Mt. 11, 28-30

 Me gustaría que meditemos juntos lo sucedido ayer, creo que esta muy en unión al evangelio de hoy. Ayer el papa Francisco inauguró el año de la misericordia abriendo la puerta Santa, ¿ qué nos deja esto?:

Apertura: es abrir para que se vea el interior de la iglesia, en la iglesia esta Jesús, vos sos iglesia y lo tenes a Jesús en tu interior pero se potencializa y perfecciona en la comunidad, “donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo”. Hoy tenemos que tener un corazón abierto para que vean uestro interior y podamos aliviar el sufrimiento de otros.
la Iglesia tiene abierta sus puertas para que todos entren, no se cobra entrada porque no es un local de ventas, es tu casa. ¿lo entendes? Somos familia y a través de este año de la misericordia el Señor te invita a entrar a tu casa sabiendote perdonado. No hay mayor alivio que el sentirse que uno está ya en su casa. Entra con humildad, pidiendo perdon de tus errores pero sabiendo que tendrás el abrazo de tu padre.Caminar: uno puede mirar desde afuera el interior de la Iglesia o de cualquier lugar pero exige caminar, meterse; para entrar a la Iglesia es necesario hacer un camino, es caminar hacia el encuentro con Dios; es un proceso, tu vida exige un caminar, no podes quedarte parado, metéte y curioseá porque hay Alguien quien te espera, ese alguien es Dios.

Quien entra y camina se encuentra con el esplendor de Dios, no saldrás como entraste. Entra a Dios y encontrarás alivio, no te quedes parado métete que hay una familia que te espera y abraza.

Click para descargar el audio

martes, 8 de diciembre de 2015

Lucas 1, 26-38.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. 

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.

Reflexión 
Al acercarnos a la Navidad, la liturgia nos vuelve a proponer para nuestra reflexión el hermoso pasaje de la Anunciación, en el cual se destaca la palabra con la que saluda el ángel a Nuestra Madre Santísima: "¡Alégrate!". Este saludo es para nosotros también una invitación a la alegría mesiánica; el Salvador que era esperado con ansia por el pueblo, estaba siendo anunciado a una Virgen con gran alegría. 

Hoy, en medio de un mundo convulsionado por la guerra, el hambre, el terrorismo, la drogadicción y tantas tragedias que nos circundan, este mensaje de alegría tiene que redoblar en nosotros la esperanza: ¡Alégrate!, el mal y el pecado no van a triunfar; nuestro Salvador regresará y nos dará a los que permanezcamos fieles a su Evangelio, la gloria y la paz eternas. Esta Navidad, tiene que ser el preámbulo de esta era mesiánica, tiene que ser la oportunidad de recordar que nosotros, como Cristo en el pesebre, tenemos una misión que cumplir; que no importa nuestra pequeñez, sino nuestra apertura a Dios para hacer su voluntad.

Dispón tu corazón para que, como María, puedas ser el medio por el cual, la salvación en Cristo Jesús llegue a tu ambiente, especialmente a tu familia. A este anuncio de salvación que Dios hoy te hace a ti, respóndele con generosidad como María Santísima, diciéndole: “Hágase en mi según tu palabra”. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro 

lunes, 7 de diciembre de 2015


Evangelio de hoy 
Lucas 5, 17-26

Un día Jesús estaba enseñando y estaban también sentados ahí algunos fariseos y doctores de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, de Judea y de Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para que hiciera curaciones.

Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de entrar, para colocarlo delante de él; pero como no encontraban por dónde meterlo a causa de la muchedumbre, subieron al techo y por entre las tejas lo descolgaron en la camilla y se lo pusieron delante a Jesús. Cuando él vio la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: "Amigo mío, se te perdonan tus pecados".

Entonces los escribas y fariseos comenzaron a pensar: "¿Quién es este individuo que así blasfema? ¿Quién, sino sólo Dios, puede perdonar los pecados?" Jesús, conociendo sus pensamientos, les replicó: "¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Se te perdonan tus pecados‘ o ‘Levántate y anda‘? Pues para que vean que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados —dijo entonces al paralítico—: Yo te lo mando: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".

El paralítico se levantó inmediatamente, en presencia de todos, tomó la camilla donde había estado tendido y se fue a su casa glorificando a Dios. Todos quedaron atónitos y daban gloria a Dios, y llenos de temor, decían: "Hoy hemos visto maravillas".

Reflexión del padre Luis Zazano. Argentina
Descargar audio

http://padreluiszazano.com/wp-content/uploads/2015/12/0f409f1e3b4b38723982ba7485ffa5bf.mp3


Lc 5, 17-26: hoy me gustaría desmenuzar algunas cosas del evangelio. Te presento las tres “S”:

1) SEGUÍ: lo observaban algunos fariseos y doctores: al que hace siempre le observan y le ponen palos en las ruedas. A Jesús los compatriotas y los más religiosos le seguían pero de una manera poco feliz. Siempre el que hace cae en la crítica, en la observación, en la rotulación, eso de “ladran sancho, señal que cabalgamos”. La clave de esto es la fuerza del Espíritu que lo mueve a Jesús; cuando en tu corazón sientas la fuerza del Espíritu para trabajar por las cosas de Dios, no lo detengas. Que la frialdad de las críticas no apaguen el fuego de ese amor a las cosas de Dios. Seguí, si ves que estas obrando según el Espíritu segui, y si te critican es porque estas haciendo…

2) SALÍ: buscan el modo de ponerlo delante de Jesús: esta es la tarea de los cristianos comprometidos en la iglesia; poner personas paralizadas en la vida delante de Dios. Hoy hay muchos que están paralizados y no pueden llegar a Jesús. Vos que vas a misa, que estas metido en el movimiento o en la parroquia sali y lleva paralíticos ante Jesús. Nosotros como discípulos-misioneros tenemos que estar atentos y nuestra camilla debe ser la escucha al otro. Busca la manera de llevar paralíticos a Jesús y no pongas trabas para que lleguen a Jesús.

3) SANÁ: estamos a un día del inicio del año de la misericordia y la manera de sanar al otro es perdonando. Llevando a hermanos a que se acerquen al sacramento de la confesión. Buscando la manera de ayudar a solucionar los errores cometidos y no de andar removiendo en el otro sus errores cometidos. 
La clave del sanar pasa por mirar lo desgraciado que uno mismo es y el aceptar lo paciente y misericordioso que Dios es con nosotros.

Buen inicio de Semana!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Se nos presenta la imagen de dos ciegos que piden a Jesús poder ver, pero ¿qué pasará por su interior?

Evangelio de hoy 
Mateo 9, 27-31

Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos, que gritaban: "¡Hijo de David, compadécete de nosotros!" Al entrar Jesús en la casa, se le acercaron los ciegos y Jesús les preguntó: "¿Creen que puedo hacerlo?" Ellos le contestaron: "Sí, Señor". Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Que se haga en ustedes conforme a su fe". Y se les abrieron los ojos. Jesús les advirtió severamente: "Que nadie lo sepa". Pero ellos, al salir, divulgaron su fama por toda la región.

Mt. 9, 27-31: se nos presenta la imagen de dos ciegos que piden a Jesús poder ver, pero ¿qué pasará por su interior?:

1) Desesperación: es cuando uno se siente limitado, tiene un tope que no le permite crecer y seguir. La ceguera los desespera, es el obstáculo de sus vidas porque simplemente no pueden ver. En tu vida también puede ser un obstáculo la ceguera, el no poder ver por donde va tu vida, el no ver las metas, no poder ver quien esta con vos y quien contra vos. Todo eso te lleva a perder la paz interior; cuando uno pierde la paz interior cae en la desesperación.

2) El grito: es la manifestación de esa lucha interior, cuando alguien grita desesperadamente es la manifestación del dolor interior; hacen escuchar su vos por encima de otras voces, ese grito provenía del dolor, una vida sufrida y dura. ¿Cuantas veces gritaste en tu vida? Pero el grito es pedido de auxilio, es manifestar necesidad y poner la fe en Jesús. Gritarle con tu corazón a Jesús, es verdad que parece que hay veces que Dios anda medio sordo. Pedile “ver”. Pero Gritarle con humildad, sabiendote débil y torpe. 

3) Proclamar: se convirtieron en testigos, Jesús los cura y lo salen a decir. Es la felicidad de alguien que se le quitan los obstáculos. Es la alegria de saberse aliviado por tantas penas. Es sentir la paz que uno necesita y desea transmitirlo.

Hoy estas llamado a experimentar la ternura de Dios. Estamos casi en vísperas del año de la misericordia, la manera de callar tus gritos

y de salir de la desesperación es poniendo tu confianza en Él y perdonandote aquello que Dios ya te a perdonado. 
Pero no te olvides, gritá y confía.

 Click para descargar el audio

jueves, 3 de diciembre de 2015

Contemplar el Evangelio de hoy

Día litúrgico: Jueves I de Adviento

Texto del Evangelio (Mt7,21.24-27): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».

Comentario: Abbé Jean-Charles TISSOT (Freiburg, Suiza)

«No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos»

Hoy, el Señor pronuncia estas palabras al final de su "sermón de la montaña" en el cual da un sentido nuevo y más profundo a los Mandamientos del Antiguo Testamento, las "palabras" de Dios a los hombres. Se expresa como Hijo de Dios, y como tal nos pide recibir lo que yo os digo, como palabras de suma importancia: palabras de vida eterna que deben ser puestas en práctica, y no sólo para ser escuchadas —con riesgo de olvidarlas o de contentarse con admirarlas o admirar a su autor— pero sin implicación personal.

«Edificar en la arena una casa» (cf. Mt 7,26) es una imagen para describir un comportamiento insensato, que no lleva a ningún resultado y acaba en el fracaso de una vida, después de un esfuerzo largo y penoso para construir algo. "Bene curris, sed extra viam", decía san Agustín: corres bien, pero fuera del trayecto homologado, podemos traducir. ¡Qué pena llegar sólo hasta ahí: el momento de la prueba, de las tempestades y de las crecidas que necesariamente contiene nuestra vida!

El Señor quiere enseñarnos a poner un fundamento sólido, cuyo cimiento proviene del esfuerzo por poner en práctica sus enseñanzas, viviéndolas cada día en medio de los pequeños problemas que Él tratará de dirigir. Nuestras resoluciones diarias de vivir la enseñanza del Cristo deben así acabar en resultados concretos, a falta de ser definitivos, pero de los cuales podamos obtener alegría y agradecimiento en el momento del examen de nuestra conciencia, por la noche. La alegría de haber obtenido una pequeña victoria sobre nosotros mismos es un entrenamiento para otras batallas, y la fuerza no nos faltará —con la gracia de Dios— para perseverancia en la vida eterna.

 

miércoles, 2 de diciembre de 2015


Evangelio de hoy 
Mateo 15, 29-37

En aquel tiempo, llegó Jesús a la orilla del mar de Galilea, subió al monte y se sentó. Acudió a él mucha gente, que llevaba consigo tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros enfermos. Los tendieron a sus pies y él los curó. La gente se llenó de admiración, al ver que los lisiados estaban curados, que los ciegos veían, que los mudos hablaban y los tullidos caminaban; por lo que glorificaron al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque pueden desmayarse en el camino". Los discípulos le peguntaron: "¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?" Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?" Ellos contestaron: "Siete, y unos cuantos pescados".

Después de ordenar a la gente que se sentara en el suelo, Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y llenaron siete canastos con los pedazos que habían sobrado.

Reflexión 
Con qué facilidad se nos cierra el camino a los hombres: ¿Dónde conseguiremos pan para toda esta multitud? Con mucha frecuencia se nos pierde de vista que Jesús es Dios. 

Si él mandaba dar de comer es porque él mismo proveería la manera de hacerlo. En nuestro día de trabajo, de estudio, de actividad, debemos tener siempre presente que Dios nos acompaña, que nunca está lejos; que lo que para nosotros parece imposible, para Dios no lo es. Dios utiliza nuestros pocos y pobres recursos para satisfacer las necesidades humanas y espirituales de todos los que lo van siguiendo.

Pongamos a disposición del Maestro nuestros recursos humanos y espirituales y dejemos que lo imposible se haga realidad delante de nuestros propios ojos. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro

martes, 1 de diciembre de 2015


Lucas 10, 21-24

En aquella misma hora Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: «¡Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que vean lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron». 

Reflexión 
Estas palabras de Jesús nos las podemos aplicar todos los cristianos, ya que nuestros ojos ven y nuestros oídos pueden oír la realidad del Reino presente entre nosotros. 

Dios nos ha revelado en su Hijo el gran amor que nos tiene, y es ahora el Hijo quien nos revela al Padre, y con él, somos capaces de experimentar el amor de Dios en nuestras vidas. Sin embargo, este conocimiento y esta vida de Dios en nosotros, la experiencia del Reino no es aún completa y definitiva, pues todavía puede y debe crecer. Y lo hará en la medida que seamos como los niños, teniendo una mirada inocente y transparente para mirar al mundo.

¿Por qué debemos pensar siempre mal de los demás? Dejemos el juicio a Dios y veamos mejor las cosas buenas y positivas de los demás, que generalmente, son muchas más que las negativas. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro