viernes, 30 de diciembre de 2016

Dios eligió nacer en una humilde familia de nazaret
Mateo 2,13-15.19 - Solemnidad de la Sagrada Familia: La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y misión de la familia

Santo Evangelio según San Mateo 2,13-15.19-23

La huída de la Familia de Nazaret: En aquel tiempo, Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño". José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

La encarnación de Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y de la mujer. Y este nuevo inicio acaece en el seno de una familia, en Nazaret.
Jesús nació en una familia. Él podía venir espectacularmente, o como un guerrero, un emperador… No, no. Viene como un hijo de familia, en una familia. Esto es importante: mirar en el pesebre esta escena tan bella.
Dios ha elegido nacer en una familia humana, que ha formado Él mismo. La ha formado en un apartado pueblo de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, que era la ciudad capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino en una periferia casi invisible, o mejor dicho, más bien de mala fama.
Lo recuerdan también los Evangelios, casi como un modo de decir: “De Nazaret, ¿puede salir alguna vez algo bueno?” (Jn, 1,46).
Quizás, en muchas partes del mundo, nosotros mismos hablamos todavía así, cuando escuchamos el nombre de algún lugar periférico de una grande ciudad.
[...] Jesús permaneció en esa periferia por más de treinta años. El evangelista Lucas resume este periodo así: “…vivía sujeto a ellos", es decir a María y José. Y uno podría decir: ¿pero este Dios que viene a salvarnos ha perdido treinta años allí, en aquella periferia de mala fama? ¡Ha perdido treinta años! Y Él ha querido esto.
El camino de Jesús estaba en esa familia. "La madre conservaba todas estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres". (2,51-52).
[...] Cada familia cristiana – como hicieron María y José - puede en primer lugar acoger a Jesús, escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo. Hagamos espacio en nuestro corazón y en nuestras jornadas al Señor.
Así hicieron también María y José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que superar! No era una familia fingida, no era una familia irreal.
La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de toda familia.
Y como sucede en aquellos treinta años en Nazaret, así puede suceder también para nosotros: hacer que se transforme en normal el amor y no el odio; hacer que sea normal la ayuda mutua, y no la indiferencia o la enemistad.
Entonces, no es casualidad, que Nazaret signifique "Aquella que custodia", como María, que - dice el Evangelio - "… conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón" (Catequesis, Audiencia General, 17 de diciembre de 2014)

Oración de Sanación

Mi buen y amado Señor, único este día cargado de fe y alegría, confiado en que tu poder me acompaña y me da la certeza de salir en victoria en los nuevos retos que hoy tienes preparado para mí.
Te doy gracias por mi familia, por cada uno de los seres queridos que la conforman. Tú me haces comprender que, una familia feliz, es aquella que se convierte en un santuario de tu amor y en faro de tu esperanza.
Como miembro de esta familia que me has regalado, quiero siempre vivir guiado por tu mano poderosa, ser testimonio de tu verdad para ellos y soporte firme en los momentos de tempestad.
Ayúdame, con tu gracia, a ser como San José, fiel cumplidor de tus mandatos y aceptar gozoso la llegada inesperada de tu compañía.
Dame la capacidad y el discernimiento de corazón que tuvo María, quien siempre conservaba cada cosa de Ti y eso le ayudó a ser la mejor discípula de tu compasión, de tu perdón y de tu amor.
Padre amado, te confío a todos mis seres queridos, encomendando sus proyectos y acciones a la sabiduría y fortaleza de la Sagrada Familia de Nazaret, que venció todos los obstáculos y supo ganarse el sustento diario a base de trabajo y esfuerzo. Gracias por cuidar de los míos.
Te reconozco como mi todo, como mi Señor y Rey, nada soy sin Ti, sin tu amor, sin tu bendición.
Tú eres el amigo que nunca falla, por eso, Sé, que de manera muy especial, me restauras para que yo también pueda ser bendición y fortaleza para mi familia. Amén

Propósito para hoy

Evaluaré todas las actitudes y obras que realizo en pro del bienestar de mi familia y corregiré aquellas faltas que no nos han permitido crecer

Frase de reflexión:

"La misericordia es la acción concreta del amor de Dios que, perdonando, transforma y cambia la vida". Papa Francisco.
Fuente evangeli.net

miércoles, 28 de diciembre de 2016



Mateo 2,13-18 - Miércoles después de Navidad: Sean ejemplo vivo de amor, de perdón y atención. Sean santuarios de respeto a la vida

Santo Evangelio según San Mateo 2,13-18

La matanza de los niños inocentes: En aquel tiempo, Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

Un ángel le revela a san José la voluntad de Dios en sueños, para salvar al Niño Jesús y a María... Dios nos habla también a nosotros cuando nos detenemos a descansar en el Señor. Me gustaría descansar en el Señor con todos ustedes, y reflexionar sobre el don de la familia.
Descansar en el Señor, levantarse con Jesús y María, y ser una voz profética, son los tres aspectos para defender el don de la familia

1.- Descansar en la oración

Descanzar en la oración y rezar en familia, para escuchar la voz de Dios y entender lo que Él nos pide.
José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también ustedes están llamados, al igual que José, a construir un hogar para Jesús. A prepararle un hogar en sus corazones, sus familias, en sus parroquias y comunidades.

2.- Levantarse y actuar.

Al igual que san José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él. Cada uno de nosotros tiene un papel especial que desempeñar en la preparación de la venida del reino de Dios a nuestro mundo».
Así como el don de la sagrada Familia fue confiado a san José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios, que nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño...
Las dificultades y amenazas que hoy pesan sobre la vida familiar son muchas. Como los sufrimientos causados por los desastres naturales; la situación económica que separa a las familias con la migración y los problemas financieros que gravan sobre muchos hogares.
Pero también las demasiadas personas que viven en pobreza extrema y otras, en cambio, atrapadas por el materialismo y un estilo de vida que destruye la vida familiar y las más elementales exigencias de la moral cristiana.
Sin olvidar el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida.
Así pues: ¡protejan a sus familias! Vean en ellas el mayor tesoro de su país, susténtenlas con la oración y los sacramentos. Sean ejemplo vivo de amor, de perdón y atención. Sean santuarios de respeto a la vida, proclamando la sacralidad de toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural. ¡Qué don para la sociedad si cada familia cristiana viviera plenamente su noble vocación! Levántense con Jesús y María, y sigan el camino que el Señor traza para cada uno de ustedes».
3.- Ser voces proféticas, es nuestro deber cristiano en medio de nuestra sociedad... Cuando las familias tienen hijos, los forman en la fe y en sanos valores, y les enseñan a colaborar en la sociedad, se convierten en una bendición para nuestro mundo.
Que las familias sean discípulas misioneras de Jesús, ayudando a los más necesitados, los que no tienen familia, a los ancianos y niños sin padres. ¡No escondan su fe, no escondan a Jesús, llévenlo al mundo y den el testimonio de su vida familia (Homilía en Santa Marta, 19 de enero de 2015)

Oración de Sanación

Amadísimo Dios, quiero acallar mis pensamientos para que mis oídos estén atentos a lo que me revelas a través de tu palabra. Sé que constantemente me hablas por diferentes medios para hacerme conocer tu voluntad y marcarme el camino.
Quiero pedirte hoy que me ayudes en la conversión de este corazón materialista, utilitarista y pesimista, para poder prestar la atención a tus llamados.
Señor, dame esa obediencia, determinación y templanza de San José que al solo escuchar tu advertencia tomó a Jesús y a María, marchándose de Belén para emprender el viaje a Egipto; sacrificar cosas; perder las pocas posesiones que tenían, a sabiendas que debería empezar de nuevo en tierras lejanas y extrañas, dispuesto a sacrificarse tanto por el Niño como por la madre del Mesías, y con ello, cumplir con su santa custodia.
Sé que Tú también me hablas a mí a través de distintas maneras en mi vida, me adviertes de peligros, me señalas el camino, iluminas mis senderos.
Muchos son los que no quieren seguirte, amarte, cumplir con tus mandatos de amor, porque hacerlo implica dejar apegos y placeres terrenales; sacrificar cosas; dejar privilegios, incluso perder una cómoda posición y el reconocimiento del mundo, ¡comenzar desde cero! Te pido por ellos, Dios mío.
Tú, que todo lo transformas, toca esos corazones de piedra para que puedan ser parte de tu redil y disfrutar de las bendiciones que nos ofreces.
También te ruego por mí, para que el amor y la fe que nació en Belén, también nazcan en mi corazón, y me haga salir de mi vida pecaminosa y descuidada y así poder descubrirte y seguirte en plenitud. Amén

Propósito para hoy

Revisar mis actitudes con las demás personas. Cambiar aquella que me cuesta mucho leyendo un Salmo diario durante 21 días

Frase de reflexión:

"Qué hermoso sería si cada noche pudiéramos decir: Hoy he realizado un gesto de amor hacia los demás" Papa Francisco

Fuente: http://www.pildorasdefe.net

martes, 27 de diciembre de 2016

Para entrar en el misterio de Dios hay que abajarse
Juan 20,2-8 - I Martes de Navidad: Fiesta de San Juan Evangelista: Sólo quien se abaja comprende la glorificación de Jesús y puede seguirlo

Santo Evangelio según San Juan 20,2-8

Juan, el discípulo amado: "En aquel tiempo, después de la muerte de Jesús, el primer día de la semana, María Magdalena corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco


La mañana de Pascua, Pedro y Juan, advertidos por las mujeres, corrieron al sepulcro y lo encontraron abierto y vacío. Entonces, se acercaron y se inclinaron para entrar en la tumba.
Para entrar en el misterio hay que inclinarse, abajarse. Sólo quien se abaja comprende la glorificación de Jesús y puede seguirlo en su camino.
El mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer... Pero los cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos.
Esto no es debilidad, sino auténtica fuerza. Quien lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor.
Imploremos hoy al Señor resucitado la gracia de no ceder al orgullo que fomenta la violencia y las guerras, sino de tener el valor humilde del perdón y de la paz.
Pedimos a Jesús victorioso que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre, así como de todos los que padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y las violencias que se están produciendo, y que son tantas.. (Homilía en la Bsílica Vaticana, 05 de abril de 2015)

Oración de Sanación

Señor mío, me despierto con la necesidad de que me des un corazón renovado y motivado por tu amor y tu gracia, para que cada una de mis acciones estén orientadas a la compasión y sean apasionadas por tus enseñanzas.
Quiero que mi corazón arda por Ti como loco enamorado, buscando siempre agradarte y serte útil en cada decisión de mi vida descubriendo al mismo tiempo que Tú me has creado para la felicidad
Ven y enséñame a mirar el mundo a través de tus ojos, a sanar por medio del toque de tus manos, a sentir ese llama que enciende el corazón y le da la valentía de sobreponerse a las dificultades.
Quiero presentarme ante Ti, Dios de mi vida, con el corazón desnudo, libre de apegos y ataduras, ponerme bajo tu sombra poderosa, hablarte de mis dolencias con entera humildad y sencillez.
Tú permaneces siempre conmigo, sanándome, sosteniéndome con tu gracia, acompañándome con tu esperanza, preparando mis caminos sin tener miedos y asumiendo los nuevos desafíos de vida.
Cuando ves que ya no me quedan fuerzas, Tú te compadeces de mí, multiplicas mis talentos y quedo saciado por tu infinita bondad que me invita a seguir amándote y entregándote todo de mí.
Sin Ti, pierdo el sentido de las cosas. Sin Ti, no puedo aspirar a la realización de todos mis sueños. Por eso, ven y actúa en mi corazón y no te apartes de él.
Ven, oh mi amado, e inspira siempre mi vida con la luz de tu Espíritu Santo para que todo yo, hable siempre todo de Ti. Amén

Propósito para hoy:

Dedicaré una oración al Señor agradeciendo por todo lo que me ha dado y por el don de su encuentro conmigo

Frase de Reflexión:

"Nuestra alegría proviene de la certeza de que el Señor está cerca con su ternura, su misericordia, su perdón y su amor". Papa Francisco

lunes, 26 de diciembre de 2016

Evangelio del día: En las pruebas, la violencia es derrotada por el amor
Mateo 10,17-22 - I Lunes de Navidad: Fiesta de San Estéban. No serán ustedes los que hablen, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes

Santo Evangelio según San Mateo 10,17-22

La persecución de los Apóstoles: "En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Serán odiados: Jesús dice, entre otras cosas: «Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará» (Mt 10,22). Estas palabras del Señor... nos hacen comprender que en las pruebas aceptadas a causa de la fe, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida.
Testimoniar a Jesús en la humildad, en el servicio silencioso, sin miedo a ir contracorriente y pagar en persona. Y, si no todos están llamados, como san Esteban, a derramar su propia sangre, a todo cristiano se le pide sin embargo que sea coherente, en cada circunstancia, con la fe que profesa.
Coherencia: Es la coherencia cristiana, es una gracia que debemos pedir al Señor: ser coherentes, vivir como cristianos. Y no decir soy cristiano y vivir como pagano. La coherencia es una gracia que hay que pedir hoy.
Seguir el Evangelio es ciertamente un camino exigente – pero ¡bello, bellísimo! - el que lo recorre con fidelidad y valentía recibe el don prometido por el Señor a los hombres y a las mujeres de buena voluntad...
Paz: Esta paz donada por Dios es capaz de apaciguar la conciencia de todos los que, a través de las pruebas de la vida, saben acoger la Palabra de Dios y se comprometen en observarla con perseverancia hasta el final.
Hoy, hermanos y hermanas, oremos, en particular, por cuantos son discriminados, perseguidos y asesinados por su testimonio de Cristo.
Recemos también para que, gracias al sacrificio de estos mártires de hoy – son tantos, tantísimos - se fortalezca en todo el mundo el compromiso para reconocer y asegurar concretamente la libertad religiosa, que es un derecho inalienable de toda persona humana. (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 26 de diciembre de 2014)

Oración de Sanación

Señor de mi vida, antes que nada, quiero agradecerte por tener paciencia conmigo, por confiarme cada uno de los talentos con que me has capacitado y por las muchas muestras de amor que has puesto en mi camino
Tú vigilas mis pasos, atiendes mis ruegos en momentos de necesidad y vienes a fortalecerme en el momento de la prueba cuando sientes que se me gastan las fuerzas y no encuentro salidas a mis situaciones desesperantes.
Todos los que queremos vivir tu Palabra no podemos elegir otros caminos que no sea el de tu perdón y reconciliación. Somos enviados por Ti como ovejas en medio de lobos, sencillos y mansos como palomas pero astutos como serpientes.
Ayúdame a actuar de manera coherente con la fe, aunque signifique que deba sufrir rechazos y habladurías. Aunque sea odiado a causa de tu nombre, Tú me consuelas y me aseguras que si persevero hasta al final gozaré Contigo la salvación.
Creo en tu promesa y en tu protección, por ello, confiado en tu Palabra, proclamaré siempre tu nombre y tus obras pues mi corazón ya no puede contener la alegría de adorarte y proclamarte.
Guía corazón y mi mente con el Espíritu Santo y hazme ser una persona decidida y valiente en la fe. Te amo, aunque camine por sendas oscuras, no vacilare ni temeré, porque tu fuerza y tu poder están conmigo.
Es ahora, Señor, cuando debo mirar en mi interior y buscar la fuerza que viene de Ti para seguir luchando y sé que con tu gracia, seré perseverante hasta el fin.
Quiero sentir que tu presencia me inunda de alegría y esperanzas y me impulsa a vivir abierto a las nuevas oportunidades y manifestaciones de tu amor. Amén.

Propósito para hoy:

Rezaré un misterio del Rosario pidiendo por el arrepentimiento de las personas que ofenden a Dios.

Frase de Reflexión:

"El Reino de los cielos es para aquellos que ponen su confianza en el amor de Dios y no en las cosas materiales". Papa Francisco

sábado, 24 de diciembre de 2016

Evangelio del día: Hoy nos nace un Salvador: el Dios de la historia
Mateo 1,1-25 - Misa de la Vigilia: Natividad del Señor. Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán

Santo Evangelio según San Mateo 1,1-25

El nacimiento de Jesús: "Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asaf; Asaf, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amós; Amós, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús". Palabra del Señor



Señor mío, sabes que sin Ti no puedo ser feliz, ya que me hace falta el impulso que me lleva a actuar y hacer las cosas bien. Por eso, en este momento quiero que quites de mí, toda experiencia de tristeza y de miedo, y me ayudes a vivir con pasión todas las actividades de este nuevo día. Ayúdame además a controlar mis emociones y a no dejar que ninguna circunstancia negativa me haga perder el control y decir o hacer lo que no es correcto. Gracias por todas las bendiciones que derramas sobre aquellos que amo y que hoy pongo en tus manos para que les ayudes. En tu nombre y con la seguridad de tu bendición comienzo esta nueva jornada. Amén

Reflexión del Papa Francisco

Cuando leemos el libro del Génesis corremos el riesgo de pensar que Dios haya sido un mago que hacía las cosas con la barita mágica. Pero no ha sido así, porque Dios ha hechos las cosas y las ha dejado ir con las leyes internas, interiores, que Él ha dado a cada una, para que se desarrollaran, para que llegaran a la plenitud.
El Señor, a las cosas del universo les ha dado autonomía, pero no independencia ¡Porque Dios no es mago, es creador! Y cuando en el sexto día, de aquel relato, llega la creación del hombre da otra autonomía, algo diversa, pero no independiente: una autonomía que es la libertad.
Y Dios dice al hombre que vaya adelante en la historia, lo hace responsable de la creación, también para que domine la creación, para que la lleve adelante y para llegar así a la plenitud de los tiempos.
¿Y cuál era la plenitud de los tiempos? Lo que Él tenía en el corazón: la llegada de su Hijo. Porque Dios nos ha predestinado, a todos, a ser conformes a la imagen del Hijo.
Y éste es el camino de la humanidad, es el camino del hombre. Dios quería que nosotros fuésemos como su Hijo y que su Hijo fuera como nosotros.
De este modo, en la genealogía de Jesús, están los santos y también los pecadores, pero la historia va adelante porque Dios ha querido que los hombres fuéramos libres.
Y si es verdad que cuando el hombre usó mal su libertad, Dios lo echó del Paraíso también es verdad que le hizo una promesa y el hombre salió del Paraíso con esperanza. Pecador, ¡pero con esperanzas!.
Los hombres no recorren su camino solos, sino que Dios camina con nosotros. Porque Dios hizo una opción: optó por el tiempo, no por el momento. Es el Dios del tiempo, es el Dios de la historia, es el Dios que camina con sus hijos. Y esto hasta la plenitud de los tiempos cuando su Hijo se hace hombre... (Homilía en Santa Marta, 08 de Septiembre de 2014)

Oración de Sanación

Mi amado Jesús, despierto sonriente pensando en tu venida a este mundo y toda la alegría y bendiciones que trajiste a toda la humanidad para liberarla de los sufrimientos del alma.
Tú eres la Luz que nace desde lo alto, el eterno resplandor del Cielo, el Trono viviente que descendió con su poder y que vino a iluminar nuestros senderos y a llenar de gozo nuestros corazones.
Con cuánto ardor te ha añorado mi alma esperando que restaures toda aquella inocencia que algún día perdí, que restaures mi niño interior, aquella pureza disuelta por las distracciones del mundo y los sinsabores de la vida.
Hoy te acercas a mí como mi Señor, como mi Maestro y amigo, y mañana contemplaré tu gloria y me uniré de júbilo al canto de alabanza de tus ángeles. Quiero al fin alojarte en la profundidad de mi vida.
La Navidad que me ofreces es el gran consuelo del espíritu, el amor, la paz, el regocijo y el silencio; por eso, quiero vivir tu nacimiento en mi corazón, ante la imagen pura de tu niñez y de la luz de tu eterno amor.
No quiero que ninguna preocupación aparte mi corazón y mi alma de lo que verdaderamente importa en Navidad: ¡Tú!, tu misterio de encarnación, que vienes a mí despojado de todo para despojarme de todo lo que es innecesario
Que desde ahora brille tu Luz y tu Verdad en el mundo y que yo pueda vivir el Amor, la paz y la felicidad que traes contigo.
Oh Sol naciente, Creador de todo lo visible e invisible, con tu fuego inextinguible ven a despertar mi conciencia transformándome en destello de tu poder. Amén

Propósito para hoy:

Hoy, buscaré un lugar tranquilo y meditaré sobre todo lo que Dios ha hecho en mi vida y si he puesto en acción su Palabra

Reflexionemos juntos esta frase:

"Hoy quisiera que cada uno de nosotros recordase su propia historia y los dones que ha recibido del Señor". Papa Francisco

viernes, 23 de diciembre de 2016

Señor, Tú sabes qué es lo que me preocupa y angustia, por eso, en este momento, quiero pedirte que renueves en mí la esperanza y la fuerza de tu paciencia. Quiero que ayudes a mi corazón a tener paz y a permanecer tranquilo en todas las situaciones que estoy viviendo. Quiero saberme acompañado por Ti. Quiero saber que estás soplando la fuerza de tu Espíritu para que mi corazón se hinche con su presencia y esté preparado para seguir avanzando. A veces fallo, lo sé, y no soy tan preciso en mis demostraciones de amor, pero Tú sabes que son errores y no es lo que quiero hacer, Te quiero Señor, quiero servirte para siempre. Amén
Evangelio del día: La luz recibida de Dios es para donarla a los demás
Lucas 1,57-
66 - IV viernes de Adviento: La Iglesia debe escuchar la Palabra de Jesús y hacerse voz, proclamarla con coraje

Santo Evangelio según San Lucas 1,57-66

El nacimiento de Juan el Bautista: Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

La figura de Juan Bautista no es siempre fácil de entender. Cuando pensamos en su vida es un profeta, un hombre que fue grande y luego termina como un desgraciado. Entonces ¿quién es Juan? Él mismo lo explica: "Yo soy una voz, una voz en el desierto", pero es una voz sin Palabra, porque la Palabra no es Él, es otro.
He aquí cual es el misterio de Juan: Jamás se apodera de la Palabra, Juan es aquel que indica, aquel que señala.
El sentido de la vida de Juan es indicar a otro... Juan era el hombre de la luz, llevaba la luz, pero no era luz propia, era una luz reflejada. Juan es como una luna y cuando Jesús comenzó a predicar, la luz de Juan comenzó a disminuir y a apagarse”. Voz no Palabra, luz, pero no propia.
[...] La Iglesia existe para proclamar, para ser voz de una Palabra, de su esposo, que es la Palabra. Y la Iglesia existe para proclamar esta Palabra hasta el martirio. Martirio precisamente en las manos de los soberbios, de los más soberbios de la Tierra.
Juan podía hacerse importante, podía decir algo por sí mismo... sólo esto: indicaba, se sentía voz, no Palabra. El secreto de Juan. ¿Por qué Juan es santo y no ha pecado? Porque jamás, tomó una verdad como propia. No quiso hacerse ideólogo. El hombre que se negó a sí mismo, para que la Palabra descienda.
Y nosotros, como Iglesia, podemos pedir hoy la gracia de no convertirnos en una Iglesia ideologizada…
La Iglesia debe escuchar la Palabra de Jesús y hacerse voz, proclamarla con coraje. Aquella es la Iglesia sin ideologías, sin vida propia: la Iglesia que es el ‘mysterium lunae’, que tiene la luz de su Esposo y debe disminuir, para que Él crezca.
Este es el modelo que Juan nos ofrece hoy, para nosotros y para la Iglesia. Una Iglesia que esté siempre al servicio de la Palabra. Una Iglesia que jamás tome nada para sí misma.
Hoy en la oración hemos pedido la gracia del gozo, hemos pedido al Señor de alegrar esta Iglesia en su servicio a la Palabra, de ser voz de esta Palabra, predicar esta Palabra.
Pidamos la gracia de imitar a Juan, sin ideas propias, sin un Evangelio tomado como propiedad, sólo una Iglesia voz que indica la Palabra... ¡Así sea!. (Homilía en Santa Marta, 24 de Junio de 2013)

Oración de Sanación

Padre amado, quiero que vengas hoy sobre mí, con todo tu poder, con todo tu amor, y hazme sentir el gozo de vivir entre los que te adoran y te convierten en su primera opción de vida.
Hoy, quiero que hagas saltar de alegría a mi alma como lo hiciste con San Juan Bautista. Quiero sentir tu fuego abrazador, tu grandeza, tus Palabras llenas de esperanzas que sacuden mis miedos y me hacen salir de mis propios desiertos.
Me gustaría aprender a proclamar tu amor y tu verdad aunque a muchos no les agrade. Quisiera tener la valentía y la fe como la de Juan el Bautista, que señaló tus caminos entregado a tu proyecto de vida.
Que pueda yo aprender de su ejemplo, a imitarlo en esa coherencia de fe que no se doblega ante las amenazas o improperios. A que, con la ayuda de tu amor, sea fuerte y valiente en la prueba y las dificultades.
Quiero también sentir que disminuyo a medida que te doy a conocer, porque sólo Tú debes brillar, sólo Tú eres grande, quien debe resaltar desde todos mis entrañas hasta donde me alcance la voz.
Quiero ser testimonio de tu amor y que todas mis acciones estén llenas de Ti, de tu bondad. Que quien esté a mi lado, pueda reconocerte a Ti, reconocer tu rostro de compasión
Ayúdame, con tu poder, a superar todos mis obstáculos en mi interior, que no me permiten anunciarte en todos mis ámbitos.
Ven y silencia mi mente, rompe toda atadura mundana y libérala de todo aquello que me separa de una vida de gozo junto a Ti. Amén

Propósito para hoy

Hoy, durante alguna de mis comidas, buscaré que un tema conversación que esté relacionado con Dios y hablaré sobre su compasión y bondad.

Frase de reflexión:

"La experiencia del amor misericordioso del Padre nos hace más capaces de compartir esta alegría con los demás". Papa Francisco

martes, 20 de diciembre de 2016

Santo Evangelio según San Lucas 1,26-38

María, la esclava del Señor: "En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y el reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reinado no tendrá fin". María dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes, la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco:

Hoy nos encontramos ante una de esas maravillas del Señor: ¡María! Una criatura humilde y débil como nosotros, elegida para ser Madre de Dios, Madre de su Creador
La Virgen María: ante el anuncio del Ángel, no oculta su asombro. Es el asombro de ver que Dios, para hacerse hombre, la ha elegido precisamente a Ella, una sencilla muchacha de Nazaret, que no vive en los palacios del poder y de la riqueza, que no ha hecho cosas extraordinarias, pero que está abierta a Dios, se fía de Él, aunque no lo comprenda del todo: “He aquí la esclava el Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1,38) Es su respuesta.
Dios nos sorprende siempre, rompe nuestros esquemas, pone en crisis nuestros proyectos, y nos dice: Fíate de mí, no tengas miedo, déjate sorprender, sal de ti mismo y sígueme.
Preguntémonos hoy todos nosotros si tenemos miedo de lo que el Señor pudiera pedirnos o de lo que nos está pidiendo. ¿Me dejo sorprender por Dios, como hizo María, o me cierro en mis seguridades, seguridades materiales, seguridades intelectuales, seguridades ideológicas, seguirdades de mis proyectos? ¿Dejo entrar a Dios verdaderamente en mi vida? ¿Cómo le respondo?
María ha dicho su “sí” a Dios, un “sí” que ha cambiado su humilde existencia de Nazaret, pero no ha sido el único, más bien ha sido el primero de otros muchos “sí” pronunciados en su corazón tanto en los momentos gozosos como en los dolorosos; todos estos “sí” culminaron en el pronunciado bajo la Cruz.
Hoy, aquí hay muchas madres; piensen hasta qué punto ha llegado la fidelidad de María a Dios: hasta ver a su Hijo único en la Cruz. La mujer fiel, de pie, destruida dentro, pero fiel y fuerte (Homilía en Santa Marta, 13 de octubre de 2013)

Oración de Sanación

Amado Señor, gracias porque siempre estás dispuesto escuchar mi clamor y atender mis necesidades cuando sientes que yo ya no puedo encontrar soluciones acertadas a mis conflictos y situaciones de vida.
Te pido hoy que vengas a reinar en mi corazón y lo hagas tan humilde como el de María, tu pura, dulce y amado hija quien supo abandonarse a tu voluntad y entregarse de lleno a tu designio de amor.
Que a través de María, la acción de tu Espíritu Santo pueda encontrar refugio en mi corazón, purificándolo y llenándolo de tu poder para que pueda emprender sin miedo las tareas difíciles que se me presenten.
Yo también quiero ser tu esclavo, tu servidor, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una obra de vida en cada una de las acciones que hago. Acepto tus mandatos y tu voluntad.
Ven amado mío, dame la humildad para reconocerte siempre en cada gesto de bondad que suceda ante mis ojos. Ayúdame a que en mi corazón nazca el fuego de tu amor, que lo transforme y obre según su voluntad.
Señor, quiero adorarte en Espíritu y verdad, adorar tu gran misterio de encarnación y de salvación. Tanto es tu amor que te hiciste como uno de nosotros y por eso me entrego a Ti con confianza de saberte mi Rey y Salvador
No permitas, Señor y Dueño de la historia, que el miedo se apodere de mi ser. Que el poder de la Cruz y la humildad de María sean mi fortaleza.
Ayúdame responder a tu gran misterio de amor con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien te escuchó y obedeció desde siempre. Amén.

Propósito para hoy:

Meditaré en silencio las palabras de María: "Hágase en mí según tu palabra", y ver qué me dice Dios a través de ellas según las cosas que me están sucediendo

Frase de reflexión:

"María, Madre nuestra, ampáranos en los momentos de oscuridad, de dificultad y de aparente derrota". Papa Francisco

lunes, 19 de diciembre de 2016

Diálogo introductorio con Jesús
Padre amado, gracias por la vida que me regalas y porque me haces sentir tu presencia que me conforta en cada momento llenándome de fuerzas y ayudándome a crecer en mi camino de conversión y dándome los ánimos para no dejarme vencer por todo aquello que es contrario a la alegría y felicidad que nos has prometido a todos. En tus manos entrego este día que voy a vivir, tengo la fe puesta en tu gracia. Quédate cerca de mí y ayúdame a realizar mis sueños. Amén
Evangelio del día: Dios escucha tu oración y te concede grandes cosas
Lucas 1,5-25 - IV Lunes de Adviento: No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo

Del santo Evangelio según San Lucas 1,5-25

El anuncio del nacimiento de Juan el Bautista: En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón. Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada. Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso. Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan. Él será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento, porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto". Pero Zacarías dijo al Ángel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada". El Ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo". Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el Santuario. Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. Él se expresaba por señas, porque se había quedado mudo. Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa. Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses. Ella pensaba: "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres" Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco

Juan fue elegido por Dios para ir delante de Jesús a preparar su camino, y lo indicó al pueblo de Israel como el Mesías, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Juan se consagró completamente a Dios y a su enviado, Jesús. Pero al final, ¿qué sucedió?, murió por causa de la verdad, cuando denunció el adulterio del rey Herodes y de Herodías.
¡Cuántas personas pagan a caro precio el compromiso por la verdad! ¡Cuántos hombres rectos prefieren ir contracorriente, con tal de no renegar la voz de la conciencia, la voz de la verdad! Personas rectas que no tienen miedo de ir contracorriente, y nosotros no debemos tener miedo.
Entre ustedes hay tantos jóvenes. Pero a ustedes jóvenes les digo no tengan miedo de ir contracorriente. Cuando te quieren robar la esperanza, cuando te proponen estos valores que son valores descompuestos, valores como la comida descompuesta, cuando un alimento está mal nos hace mal.
Estos valores nos hacen mal por eso debemos ir contracorriente. Y ustedes jóvenes son los primeros que deben ir contracorriente. Y tener esta dignidad de ir precisamente contracorriente.
¡Adelante, sean valientes y vayan contracorriente! Y estén orgullosos de hacerlo.
Queridos amigos, recibamos con alegría esta palabra de Jesús. Es una regla de vida propuesta a todos. Y que san Juan Bautista nos ayude a ponerla en práctica.
Por este camino nos precede, como siempre, nuestra Madre, María Santísima: ella perdió su vida por Jesús, hasta la Cruz, y la recibió en plenitud, con toda la luz y la belleza de la Resurrección.
Que María nos ayude a hacer cada vez más nuestra la lógica del Evangelio (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 23 de Junio de 2013)

Oración de Sanación

Señor mío, tu poder y tu amor tocan mi corazón cuando al comenzar el día te dedico los primeros minutos en agradecimiento por todas tus bondades y por cada bendición que has puesto en mi camino
Ayúdame a permanecer hoy en tu presencia. Confiado en tu poder y en la compasión por todos tus hijos, tengo la plena certeza de que me acompañarás en mis luchas y me harás un vencedor.
Quiero pedirte hoy que abras los ojos de mi corazón para que siempre pueda ver tus milagros y tus obras de amor en donde otros solo vean dificultades y miedos. Ven con tu fuerza a llenar mi vida.
Dame de tu paz y de tu alegría para poder reconocerte y aceptar las maravillas que me presentas, aunque algunas me parezcan tan difíciles creer, de aceptar o de asimilar.
Quiero creer en tu sabiduría, en que me bendices de formas indescriptibles y sólo con la guía de tu mano poderosa podré apreciar cada detalle que me regalas para vivir tranquilo y feliz
Deseo pasar más tiempo contigo, contemplarte en cada sagrario cercano, admirarte y alabarte, exponerte mi alma a tus radiaciones divinas para que la trabajes y la moldees según tu voluntad.
Por mí mismo, sé que nada soy, y en nada puedo superarme, pero con tu compañía, puedo hacer grandes cosas; es por ello que, quiero entregarte mi vida entera
Ayúdame, Dios de poder, para que yo mismo sea reflejo de tus milagros y que mis actos sean testimonio de tu grandeza. Amén

Propósito para hoy

Hoy, ofreceré al Señor una de mis comidas, pidiendo por tantas familias necesitadas que se irán a la cama sin comer por falta de pan.

Frase de reflexión:

"Todos somos pecadores. Dejémonos transformar por la misericordia de Dios". Papa Francisco

viernes, 16 de diciembre de 2016

Evangelio según San Juan 5, 33
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Ustedes enviaron mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado."



Palabra de Dios









P José Navarro Asesor de la Pastoral de la Diócesis de Tucuman




En este tiempo de adviento hay dos personajes que cobran una gran importancia: Juan el Bautista y la Virgen María. El bautista es el que prepara el camino del Señor, el que da testimonio de la luz y de la verdad, y confiesa ante los judíos que él no es el mesías, sino una voz que clama en el desierto.


Si bien Juan da testimonio de Jesús, el Señor no se apoya en testimonios que puedan dar de él las personas; su única carta de presentación y su seguridad está en el Padre que lo envía; por tanto las obras que realiza en nombre del Padre son las que dan testimonio de que él (Jesús) es el mesías y de la autenticidad de su misión.


Un mensaje muy lindo podemos sacar de este pedacito del evangelio de Juan. Jesús, no dependía de la mirada ni de la aprobación de nadie, no necesitaba buscar testigos que hablaran bien de su persona, sino que su seguridad estaba puesta en la mirada y en el amor de Dios Padre.


La navidad nos invita a renovar nuestra fe; a confiar plenamente en este Dios que se hace niño indefenso; y es en este Dios que se niño indefenso donde tenés que poner tus seguridades. Hacer un acto de fe en el niño Dios como lo hicieron los pastores cuando lo visitaron en el pesebre.

jueves, 15 de diciembre de 2016

   Jesús, Tú también me has preparado unos planes, una misión que debo cumplir en la tierra. 


San Lucas 7, 24-30
Autor: Pablo Cardona
Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse


«Después de marcharse los enviados de Juan, comenzó a decir a las muchedumbres acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas delicadas? Mirad, los que visten con lujo y viven entre placeres están en palacios de reyes. ¿Qué habéis salido a ver? ¿Un profeta? Si; os digo, y más que un profeta. Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío delante de ti mi mensajero, que vaya preparándote el camino.
Os digo, pues, que entre los nacidos de mujer nadie hay mayor que Juan; aunque el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. Y todo el pueblo y los publicanos, habiéndole escuchado, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los doctores de la Ley rechazaron el plan de Dios sobre ellos, no habiendo sido bautizados por él». (Lucas 7, 24-30)

1º. «Pero los fariseos y los doctores de la Ley rechazaron el plan de Dios sobre ellos».
Por tanto, Jesús, Tú tenias pensado otros planes para ellos; otros planes que no quisieron seguir, usando mal su libertad.
¿Qué hubiera pasado si los hubieran seguido?
Probablemente, el mundo sería distinto.
Jesús, Tú también me has preparado unos planes, una misión que debo cumplir en la tierra.
Y para que la pueda llevar a cabo, me has dado unos medios humanos y sobrenaturales: unas capacidades humanas, una familia, unos amigos, unas circunstancias económicas; y la gracia de Dios necesaria, que encuentro habitualmente a través de los sacramentos.
Jesús, las circunstancias que me han llevado a conocerte ya las tenias previstas: unos padres cristianos, un amigo, un maestro, un acontecimiento que me ha hecho pensar.
Seguramente me has estado enviando «gracias actuales», es decir, gracias específicas para situaciones concretas: «intervenciones divinas que están en el origen de la conversión o en el curso de la obra de la santificación» (CEC.- 2000). Son estas gracias las que me han impulsado a querer conocerte más.
¿Cómo no agradecértelo, Jesús?
Quiero corresponder a tus llamadas, quiero seguir tus planes, no rechazarlos como hicieron los fariseos y doctores de la Ley.
2º. «De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides-dependen muchas cosas grandes» (Camino.-755).
Jesús, estás a punto de nacer.
Estás ahí, aún en el vientre de tu madre, y ya me das una lección: obediencia a los planes de Dios.
La Humanidad lleva siglos esperando, pero Tú no te impacientas.
Esta es siempre tu regla de conducta: hacer lo que quiere tu Padre Dios.
Por eso, ya desde el seno de Maria, sigues obedientemente los planes trazados por Dios desde la eternidad: quieres nacer como un niño normal, sin espectáculo, sin más cosas extraordinarias que las estrictamente necesarias.
De mi obediencia a tus planes, Jesús, dependen muchas cosas grandes.
¿Qué quieres hoy de mí?
Que no me pase como a esos fariseos y doctores de la Ley, que eran los que estaban más preparados para conocer tu venida: rechazaron el plan de Dios sobre ellos.
¡Qué pena!
Yo también tengo muchas posibilidades de conocerte más, de tratarte personalmente, incluso puedo recibirte en la comunión, si mi alma está limpia.
Que no me pase por alto la misión que me tienes reservada; que no me desentienda de esa vocación a la santidad que has puesto en el corazón de todos los hombres.
Quiero estar seguro de no fallar en esto, Señor.
Por eso me interesa preguntar, aconsejarme, escuchar a alguien capaz de ayudarme y... ¡dejarme ayudar!
Alguien que entienda mis circunstancias y que esté cerca de Ti, que luche también por cumplir tu voluntad por encima de todas las cosas.
¡Qué gran ayuda es la dirección espiritual!
Que me dé cuenta de que necesito ayuda para conocer tu voluntad, y que aprenda de Ti a obedecer los planes que Dios tiene para mí.
Esta meditación está tomada de: “Una cita con Dios” de Pablo Cardona. Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Señor, soy una criatura débil, hecho de una arcilla que se rompe fácilmente, de un barro quebradizo. Señor, dame tu fuerza para ser como Tú, para seguir tus huellas. Y no solamente cuando todo es fácil, sino hasta la cruz.

San Mateo 21,28-32: Trabajar en la viña del Señor
Autor: Regnum Christi
Fuente: Regnum Christi       Para suscribirse   

Evangelio: San Mateo 21,28-32En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. El le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue. El padre se dirigió al ‘segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?” Ellos le respondieron: “El segundo”. Entonces Jesús les dijo: “Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él».

Oración introductoria:
Señor, soy una criatura débil, hecho de una arcilla que se rompe fácilmente, de un barro quebradizo. Señor, dame tu fuerza para ser como Tú, para seguir tus huellas. Y no solamente cuando todo es fácil, sino hasta la cruz.

Petición:
Yo, sé, Señor, que nada puedo sin ti, pero sé, también, que contigo todo lo puedo. Sé, Señor, que habiéndome elegido tú serás siempre mi fortaleza, porque tú eres aquel que me conforta.

Meditación:
“Hijo, ve a trabajar hoy en la viña”. Esta es la llamada que nos hace Jesús a todos. quiere que trabajemos en su viña. Este es el privilegio del cristiano, el poder trabajar en la viña del Señor, ponerse a su servicio, colaborar con Él es ya un premio inestimable. Quien trabaja y vive sólo para sí nunca se dará cuenta del gran tesoro que es dedicarse a trabajar por el Señor. Si reflexionamos nos daremos cuenta de que hemos recibido muchos talentos, cualidades, dones que podemos poner al servicio de la Iglesia y de los demás. A veces nos creemos cristianos porque decimos unas cuantas oraciones o acudimos a la Iglesia. Esperamos recibir, pero estamos poco dispuestos a dar. La autenticidad de nuestra fe se mostrará en la capacidad de darnos a los demás en el servicio, en poner nuestros bienes a disposición de los otros, en desprendernos de algo propio para compartirlo con los demás. Encontremos nuestra felicidad en cansarnos y desgastarnos por el Reino de los cielos.

Reflexión apostólica:
No nos basta hacer el bien, o dedicar unas horas al apostolado, hemos de empeñarnos en trabajar por el establecimiento del Reino de Cristo del modo más eficaz.

Propósito:
Dedicar hoy parte de mi tiempo a trabajar por los demás.

Diálogo con Cristo:
Jesús, quiero responder a tu amor, dando la batalla por ti, realizando el tipo de apostolado que necesita la Iglesia en estos momentos: un apostolado de vanguardia. Haz que yo tenga el coraje de exponer con valentía tu mensaje, saliendo al encuentro de los hombres necesitados de ti.