viernes, 11 de marzo de 2016

Me gustaría que pensarás algunos puntos que pueden ayudarte en tu vida cristiana: Misión -  pastoreo y Espiritualidad - humanidad.
Evangelio de hoy .Juan 7, 1-2. 10. 25-30
En aquel tiempo, Jesús recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada de los Campamentos.

Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén para la fiesta, llegó también él, pero sin que la gente se diera cuenta, como de incógnito. Algunos, que eran de Jerusalén, se decían: «¿No es éste al que quieren matar? Miren cómo habla libremente y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie sabrá de dónde viene».

Jesús, por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó: «Conque me conocen a mí y saben de dónde vengo. Pues bien yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; y a él ustedes no lo conocen. Pero yo sí lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado». Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.


Reflexión del Padre Luis Zazano - Tucuman - Argentina
 Jn. 7, 1-2. 10. 25-30: me gustaría que pensarás algunos puntos que pueden ayudarte en tu vida cristiana: 
1) Misión y pastoreo: la misión es lo que hace a la Iglesia fértil, fecunda, abierta y alegre. Una Iglesia que sale y que renueva, que abre ventana para que entre aire fresco y no haya “clima pesado” por el encierro. Esta fe que vos tenes es necesario transmitirla y en esto “todos somos misioneros” hasta el recién bautizado. También ser pastores: cuidar de las ovejas y darle vida.
2) Espiritualidad y humanidad: es lo que más notamos en el evangelio de hoy, la espiritualidad es la columna vertebral de cualquier servicio en la Iglesia ” a las cosas las haces para Dios, por Dios” esto te ayudará a evitar tentaciones y a saber llevar la vida. Pero la humanidad nos hace diferentes de ser robots o máquinas, es tener la capacidad de llorar y de reír.  La humanidad es mostrar ternura, familiaridad y cortesía.
Esta capacidad de llegar a Dios en lo sencillo y oculto llama la atención, pero son necesarios estos elementos para obrar en la comunidad y en el hermano próximo. 

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