jueves, 5 de febrero de 2015

Texto del Evangelio (Mc 6,7-13): En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.


Reflexión


Si tuviesemos que seguir las palabras de Jesús al pie de la letra, todos a partir de hoy deberíamos andar de sandalias y con una sola muda de ropa. Se imaginan?

La Iglesia nos enseña, en el Espiritu Santo, a interpretar las palabras de Jesús en su Espíritu. Por ello sabemos que en la ocasión del pasaje del Evangelio de hoy, JEsús estaba enviando a sus discípulos a evangelizar y es en este contexto donde los envía con "casi" nada, para que experimenten lo que es Vivir de la Providencia de Dios mientras evangelizamos.

Si conoces a Dios, si para ti es el Señor y te hace feliz su Fe, debes contarle a otros. Ese contarle a otros es Evangelizar y está en manos de Dios, porque nosotros debemos (como en el Evangelio de hoy) salir y andar, proclamar, vivir pero Dios es el que hace que la semilla germine.

Hay algunos que no aceptarán, y debemos respetar su libertad. Sacudirnos el polvo de nuestras sandalias es decir "Bueno, conste, que yo te avisé y te dí el mensaje que Dios tiene para tí. El Señor te bendiga en tu camino."

Otros muchos aceptarán y serán curados. En el cuerpo y en el alma.

Bendito sea Dios.




Dios nos bendiga.

Un abrazo en XTO.




Hugo Molinas - Catequista y Coach Católico

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