HOY nos dice a nosotros, cristianos del siglo XXI, que presentemos “nuestras ofrendas” con sinceridad, que nos presentemos “ante el Altar” reconciliados con nosotros mismos y con nuestro prójimo.
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Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-26
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Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto. »
Una enseñanza actual
Jesús nos invita a ser mejores,… mejores hombres, mejores mujeres, en definitiva, mejores cristianos. Cuando dice a sus discípulos “habéis oído” se refiere a la enseñanza tradicional, dada oralmente sobre todo en las sinagogas. Pero HOY nos dice a nosotros, cristianos del siglo XXI, que presentemos “nuestras ofrendas” con sinceridad, que nos presentemos “ante el Altar” reconciliados con nosotros mismos y con nuestro prójimo.
En estos versículos del capítulo 5 del Evangelio de San Mateo se cuenta el caso de un hombre que tiene deudas con otro hombre. Jesús pide que se reconcilien porque va mucho más allá de la solidaridad natural. Para el Padre somos sus hijos y entre nosotros somos hermanos y aunque como tales “discutimos”, tenemos conflictos, tensiones, procuremos arreglar TODO mientras vamos de camino. La fraternidad verdadera en la vida cotidiana es prioritaria al servicio cultual de Dios; ser hermanos es un auténtico servicio a Dios. El camino de la vida cristiana “se hace cuesta arriba pero es bella la vista desde la cima: Jesucristo”. Muchas veces nos cuesta vivir los mandamientos, las bienaventuranzas: el camino que marca Jesús en el Evangelio, pero ante las propuestas de misericordia, reconciliación, perdón y amor, Jesús nos dice que Él es el que más ama y quiere que nosotros amemos igual. Desea que pasemos de la práctica formalista a una actitud de interiorización.
Monjas Dominicas Contemplativas Monasterio Stma. Trinidad y Sta. Lucia (Orihuela) Enviar comentario al autor |
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