Ciertamente nosotros no hemos despeñado a Jesús desde la barranca, pero ¿cuántos de nosotros lo tenemos silenciado dentro de un cajón o lleno de polvo en un librero? La Cuaresma nos invita a abrir nuestro corazón.
lunes, 29 de febrero de 2016
viernes, 26 de febrero de 2016
jueves, 25 de febrero de 2016
viernes, 19 de febrero de 2016
jueves, 18 de febrero de 2016
miércoles, 17 de febrero de 2016
martes, 16 de febrero de 2016
lunes, 15 de febrero de 2016
lunes, febrero 15, 2016
Mi Portal
El Evangelio de hoy
Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme‘. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?‘ Y el Rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron‘.
Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron‘.
Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?‘ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo‘. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".
Reflexión
La liturgia nos propone este texto, donde nos enseña que la vida cristiana está cimentada en la caridad, y nos invita a que trabajemos en esta área tan importante de nuestra vida, ya que nuestro juicio finalmente será en base a la caridad.
Y esto no significa que las prácticas religiosas o nuestro conocimiento bíblico o teológico no sean importantes; por supuesto que lo son, pues deben ser un medio para que crezca en nosotros la fe y, con ello, la caridad. Empecemos por cosas simples, por ejemplo, visitar a los miembros de nuestra propia familia.
¿Hace cuánto que no visitas a tus abuelos o tíos que están enfermos o necesitados? ¿Qué calidad de visita es la que practicas con ellos: la clásica visita de doctor? Si no somos capaces de vivir lo más sencillo, atendiendo a nuestra propia familia, qué difícil será que lo hagamos por los demás. No olvidemos que en esto se está decidiendo nuestra felicidad.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Mateo 25, 31-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme‘. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?‘ Y el Rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron‘.
Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron‘.
Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?‘ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo‘. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".
Reflexión
La liturgia nos propone este texto, donde nos enseña que la vida cristiana está cimentada en la caridad, y nos invita a que trabajemos en esta área tan importante de nuestra vida, ya que nuestro juicio finalmente será en base a la caridad.
Y esto no significa que las prácticas religiosas o nuestro conocimiento bíblico o teológico no sean importantes; por supuesto que lo son, pues deben ser un medio para que crezca en nosotros la fe y, con ello, la caridad. Empecemos por cosas simples, por ejemplo, visitar a los miembros de nuestra propia familia.
¿Hace cuánto que no visitas a tus abuelos o tíos que están enfermos o necesitados? ¿Qué calidad de visita es la que practicas con ellos: la clásica visita de doctor? Si no somos capaces de vivir lo más sencillo, atendiendo a nuestra propia familia, qué difícil será que lo hagamos por los demás. No olvidemos que en esto se está decidiendo nuestra felicidad.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
sábado, 13 de febrero de 2016
sábado, febrero 13, 2016
Mi Portal
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús,
lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el
Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el
diablo.Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
–Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
Jesús le contestó:
–Está escrito: «No sólo de pan vive el hombre.»
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo, y le dijo:
–Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.
Jesús le contestó:
–Está escrito: «Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo darás culto.»
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
–Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: «Encargará a los ángeles que cuiden de ti», y también: «te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras.»
Jesús le contestó:
–Está mandado: «No tentarás al Señor tu Dios.»
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Reflexión
Nos señala el mismo relato según San Mateo (4,11) que, tomada la decisión, "lo dejó el diablo... Se acercaron unos ángeles y le sirvieron"; expresando con ello la cercanía del Padre confirmando el camino elegido y toda la armonía y paz de su espíritu que ello conllevaba.
Y todo esto se nos propone en este tiempo cuaresmal que iniciamos, aunque no sea únicamente para él. Esta Cuaresma podría ser:
- un tiempo para revisar a nivel personal
cómo vivo personalmente mi ser cristiano, si he caído en las tentaciones
que señala el relato evangélico, y si lo hago en coherencia con mi fe.
(Hemos escuchado la profesión de fe del pueblo escogido en la primera
lectura y la profesión de fe del que cree en Jesucristo en la segunda). Y
pedir perdón a Dios y al prójimo por nuestras incoherencias.
- un tiempo para revisar a nivel eclesial cómo vivimos nuestro testimonio cristiano, si hemos caído en esas mismas tentaciones, si lo hacemos en coherencia con nuestra fe. Y pedir perdón a Dios y al prójimo por nuestros fallos.
El Papa Francisco en su Misericordiae Vultus (n. 17) nos invita a
vivir la Cuaresma de este Año Jubilar "con mayor intensidad, como
momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios.
¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas
de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre! Con
las palabras del profeta Miqueas también nosotros podemos repetir: Tú,
oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado,
que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú,
Señor, volverás a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu
pueblo. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el fondo del mar todos
nuestros pecados (cf. 7,18-19)."- un tiempo para revisar a nivel eclesial cómo vivimos nuestro testimonio cristiano, si hemos caído en esas mismas tentaciones, si lo hacemos en coherencia con nuestra fe. Y pedir perdón a Dios y al prójimo por nuestros fallos.
Fr. Alfonso Esponera Cerdán O.P.
Convento San Vicente Ferrer (Valencia)
Fuente: dominicos.org
viernes, 12 de febrero de 2016
viernes, febrero 12, 2016
Mi Portal
Señor, dame la gracia de caminar siempre por
la senda de una fe viva, operante y luminosa que
me permita vivir las prácticas cuaresmales con una auténtico sentido
de reparación y adoración, y que sean el medio para
tomar el control sobre mí mismo, mortificando mi egoísmo y
mi soberbia para realmente entregarme a los demás.
jueves, 11 de febrero de 2016
miércoles, 10 de febrero de 2016
miércoles, febrero 10, 2016
Mi Portal
Nos lo sugiere san Pablo: “En nombre de Cristo os
pedimos: ¡que os reconciliéis con Dios”. Este esfuerzo de conversión
no es solamente una obra humana, es dejarse reconciliar. La
reconciliación entre nosotros y Dios es posible gracias a la
misericordia del Padre que, por amor a nosotros, no dudó
en sacrificar a su Hijo unigénito.
martes, 9 de febrero de 2016
viernes, 5 de febrero de 2016
viernes, febrero 05, 2016
Mi Portal
Nos toca hoy hablar de nosotros y nuestra relación con el poder. Todas
las personas humanas tenemos algún poder. La pregunta es inevitable
¿cómo usamos el poder que tenemos? ¿Lo usamos para extender el amor a
los que nos rodean, en nuestra familia, trabajo, comunidad… buscando el
bien común y la difusión del evangelio?
martes, 2 de febrero de 2016
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