martes, 31 de mayo de 2016

En el Magníficat se da una relación temporal de pasado, presente y futuro. La intervención divina celebrada por María cumple aquello que Dios había anunciado a nuestros Padres. Aquello que Dios ha cumplido en el pasado, aquello que él cumplirá en el futuro y aquello que ha comenzó a obrar en María. ¿Me siento capaz de entonar un canto de esperanza en medio de las situaciones de nuestro mundo?

viernes, 27 de mayo de 2016

La tentación de utilizar a Dios no para fines religiosos, no para poner en contacto al hombre con él, sino para utilizarle para otros fines principalmente, como en el evangelio de hoy, para fines lucrativos, siempre ha existido y sigue existiendo. Debemos tener sumo cuidado para no caer en esa tentación y traficar con Dios.

jueves, 26 de mayo de 2016

Aprendamos nosotros a gritar, a suplicar al Señor como este ciego: con fe, con una confianza audaz, con un corazón humilde: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí.” 

miércoles, 25 de mayo de 2016

Jesús nos invita hoy a intentar ser servidores de estas actitudes de bondad, de forma que, cuantos nos vean, sepan un poco más de él y de su Reino.

martes, 24 de mayo de 2016

Dios siempre nos sorprende y nos desborda con sus regalos. La promesa de la recompensa es desproporcionada respecto a la renuncia realizada: el ciento por uno.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: -«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» Jesús dijo: -«Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.»

  • “Nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido”

El texto que nos propone hoy el evangelio aparece tras la incomprensión por parte de los discípulos ante el segundo anuncio de la muerte y Resurrección de Jesús (9, 30-32). Pedro con su afirmación “nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” hace alusión a los relatos vocacionales (Mc 1, 16--20; 2, 14) en los que, la respuesta a la llamada de Jesús, se realiza a través de dos acciones: dejar familia y trabajo; y seguir a Jesús. El verbo “seguir” implica, no sólo caminar tras Jesús por los caminos de Palestina, sino adherirse a la persona de Jesús, compartir su vida, su misión y, si fuese necesario, su destino.
Jesús hace una promesa, para aquellos que viven en pos de su seguimiento y han relativizado el resto de sus bienes “por Él y por el evangelio” (no basta cualquier motivación). Para ello hace alusión a un premio en dos etapas: en el presente, en este tiempo histórico que vivimos hoy; y en el futuro, en aquello que llamamos el tiempo escatológico, la otra vida. Dios siempre nos sorprende y nos desborda con sus regalos. La promesa de la recompensa es desproporcionada respecto a la renuncia realizada: el ciento por uno. Jesús promete que quien renuncia a alguna de las cosas de la lista: casa, hermanas o hermanos va a recibir todas ellas. Todas las relaciones familiares y las cosas que dejó para seguirle, las encuentra ahora en la comunidad de vida junto a otros seguidores de Jesús; ellos son su familia y con ellos disfruta de los bienes compartidos. El seguimiento implica participar de una comunidad de vida y de bienes, pero también lleva consigo la participación en el destino de Jesús, mediante las persecuciones, lo que hace que esta etapa histórica de la recompensa no sea definitiva. Esta se realizará en la otra vida, la vida otra, en la que recibiremos la vida eterna o lo que es lo mismo, los valores del Reino llegarán a su plenitud.
Ahora podemos preguntarnos: ¿Cómo vivo mi seguimiento de Jesús, lo vivo en clave de renuncia o de regalo recibido? ¿Disfruto la nueva familia y los nuevos bienes que Jesús me da en mi comunidad de vida?
Hna. Mariela Martínez Higueras O.P.Hna. Mariela Martínez Higueras O.P.
Congregación de Santo Domingo

lunes, 23 de mayo de 2016

La respuesta de Cristo me desconcierta. Creo tener un gran capital espiritual y Cristo me manda deshacerme de él y compartirlo con los pobres. Y me retiro triste porque tengo que desprenderme de mis seguridades para aventurarme en un seguimiento personal sin asideros donde agarrarme, donde sentirme seguro.


Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17-27
En aquel tiempo, cuando salta Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?» Jesús le contestó: -« ¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.» Él replicó: -«Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.» Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.» A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -«¡ Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios! » Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por todo.» el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.» Ellos se espantaron y comentaban: -«Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando y les dijo: -«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede

  • «Se fue triste porque era muy rico»

Muchos cristianos nos creemos perfectos y vamos por la vida alardeando de nuestra perfección. Muchos somos los que vamos corriendo al encuentro de Jesús porque buscamos seguridades para nuestra salvación. Cumplimos los mandamientos al pie de la letra, sin desvíos que nos alejen de la virtud, pero no estamos satisfechos: necesitamos más garantías.
Y buscamos sinceramente a Cristo, corremos a su encuentro y nos postramos ante Él porque sabemos que es el Maestro Bueno y, como aquel joven, le pedimos instrucciones; queremos un manual de usuario que nos sirva para manejar nuestra vida hacia una mayor perfección. Nuestra vida personal, individual. Mi riqueza.
La respuesta de Cristo me desconcierta. Creo tener un gran capital espiritual y Cristo me manda deshacerme de él y compartirlo con los pobres. Y me retiro triste porque tengo que desprenderme de mis seguridades para aventurarme en un seguimiento personal sin asideros donde agarrarme, donde sentirme seguro.
He sentido la mirada amorosa de Jesús y he sentido la necesidad de ser más perfecto. Es, creía, un movimiento positivo, pero Jesús me ha dicho que es necesario que le siga en su vida de servicio y con eso no estoy muy conforme. Quiero seguir con mis seguridades sin importarme las seguridades de los que me rodean y la mirada amorosa de Jesús se carga de tristeza porque yo no soy capaz de entregarme al servicio a los demás y ese es el movimiento primero que debo realizar si quiero seguirle. Ya veremos qué pasa cuando lleguemos a Jerusalén y empiecen las pruebas más difíciles, más dolorosas.
¿Cuál es nuestra experiencia cristiana viviendo en el mundo rico?
¿Vivimos dominados por la búsqueda del bienestar personal?
¿Vivimos realmente el amor a los pobres del que tanto hablamos
D. Félix García O.P.D. Félix García O.P.
Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo)

viernes, 20 de mayo de 2016

Desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa...



El Evangelio de hoy 
Marcos 10, 1-12

En aquel tiempo, se fue Jesús al territorio de Judea y Transjordania, y de nuevo se le fue acercando la gente; él los estuvo enseñando, como era su costumbre. Se acercaron también unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?" 

Él les respondió: "¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo: "Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".

Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: "Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio". 

Reflexión 
La respuesta de Jesús es categórica y no nos deja lugar a dudas de cuál es el proyecto de Dios para el hombre: "Unirse a su mujer y de esta manera ser una sola cosa con ella". Sin embargo, en medio de este mundo lleno de confusiones y de antivalores en el que la vida espiritual y el proyecto de Dios tienen poca importancia, es fácil no darnos cuenta de que, es precisamente en este proyecto, en el que el hombre y la mujer alcanzan la plenitud y, con ello, la felicidad en la paz. 

Esto va haciendo que el sacramento del matrimonio se minusvalore y lamentablemente, vemos que muchos jóvenes se casan y no son capaces de luchar por su matrimonio. En la cultura del: "Úsese y tírese", son muchos los que prefieren terminar con el compromiso y la alianza hecha ante Dios que luchar, usando el poder de Dios, para llevar adelante el proyecto de vida que se habían trazado. 

No permitas que esto pase en tu vida. Si aún no has escogido o encontrado la persona que Dios pensó para tu felicidad, no te apresures, y sobre todo, deja que las cosas maduren de manera que la decisión del matrimonio sea algo que brota del corazón. Si ya estás casado, no te alejes de la gracia y podrás realizar un matrimonio lleno de alegría, para toda la vida. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro 


miércoles, 18 de mayo de 2016

Texto del Evangelio (Mc9,41-50): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa. Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; pues todos han de ser salados con fuego. Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros».

Comentario: Rev. D. Xavier PARÉS i Saltor (La Seu d'Urgell, Lleida, España)

«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa»

Hoy, el Evangelio proclamado se hace un poco difícil de entender debido a la dureza de las palabras de Jesús: «Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela (...). Si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo» (Mc 9,43.47). Es que Jesús es muy exigente con aquellos que somos sus seguidores. Sencillamente, Jesús nos quiere decir que hemos de saber renunciar a las cosas que nos hacen daño, aunque sean cosas que nos gusten mucho, pero que pueden ser motivo de pecado y de vicio. San Gregorio dejará escrito «que no hemos de desear las cosas que sólo satisfacen las necesidades materiales y pecaminosas». Jesús exige radicalidad. En otro lugar del Evangelio también dice: «El que quiera ganar la vida, la perderá, pero el que la pierda por Mí, la ganará» (Mt 10,39).

Por otro lado, esta exigencia de Jesús quiere ser una exigencia de amor y de crecimiento. No quedaremos sin su recompensa. Lo que dará sentido a nuestras cosas ha de ser siempre el amor: hemos de llegar a saber dar un vaso de agua a quien lo necesita, y no por ningún interés personal, sino por amor. Tenemos que descubrir a Jesucristo en los más necesitados y pobres. Jesús sólo denuncia severamente y condena a los que hacen el mal y escandalizan, a los que alejan a los más pequeños del bien y de la gracia de Dios.

Finalmente, todos hemos de pasar la prueba de fuego. Es el fuego de la caridad y del amor que nos purifica de nuestros pecados, para poder ser la sal que da el buen gusto del amor, del servicio y de la caridad. En la oración y en la Eucaristía es donde los cristianos encontramos la fuerza de la fe y del buen gusto de la sal de Cristo. ¡No quedaremos sin recompensa!

Marcos 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsa a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor". 

Reflexión 
Una de las cosas que impiden que se dé la unidad en nuestra Iglesia es lo que se conoce como "capillismo", es decir, esa tendencia a pensar que sólo nuestro grupo, nuestro movimiento, es el único que tiene la verdad y que los otros no tienen ni siquiera razón de existir; esta actitud sucede incluso cuando se piensa que tal o cual sacerdote o tal o cual líder religioso es el que tiene la exclusiva para la construcción del Reino. 

Este pasaje nos muestra que no es algo nuevo sino que es algo que ya desde el tiempo de Jesús existía, por lo que en este pasaje les hace ver que en la Iglesia, es decir en la construcción del Reino, hay diferentes carismas y diferentes maneras de proponer el mensaje evangélico. Y así encontramos que desde la Teología de la Liberación, que propone un evangelio más encarnado e inculturado desde los más pobres, hasta la Renovación en el Espíritu Santo que busca una renovación del individuo desde el corazón, lo que se busca es la edificación de la sociedad del amor, la vida vivida de acuerdo al Espíritu y la propagación del amor de Dios a toda la humanidad. 

Cada uno coopera de diferente manera a la única misión de la Iglesia que es evangelizar. No seamos, pues, de los que criticamos u obstaculizamos la extensión del Reino, sino unámonos en un solo Espíritu a fin de que, como nos lo proponen los Obispos de Latinoamérica, podamos llegar a la unidad en la diversidad. 

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro 


viernes, 13 de mayo de 2016

Jesús no pregunta por nuestro pecado, pregunta por nuestro amor.

jueves, 12 de mayo de 2016

Cuando estamos en dificultades, cuando una pena nos aqueja, cuando no podemos salir de una situación límite, qué bien nos hace que un amigo nos diga: “estoy rezando por ti”. Alguien se dio cuenta de nuestra preocupación o dolor, alguien vela por nosotros…y nunca lo estaremos si somos fieles.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Estar “consagrados” en la verdad, como nos pide Jesús, es estar “santificados” en la verdad, y, por tanto, en la bondad y en la belleza. Se pide para nosotros, en cuanto seguidores de Jesús, sus mismas actitudes, fijación por los valores que el practicó y vivió. 

martes, 10 de mayo de 2016

Es bueno saber descubrir las debilidades propias, saber tenerlas presentes y partir de ellas para poder alcanzar las metas. 

lunes, 9 de mayo de 2016

Jesús es la parábola del Padre, y así nos dice: «¡Animo! Yo he vencido al mundo» y participando conmigo en una fe confiada, también vosotros podéis encontrar la paz y la serenidad frente al mundo. 

viernes, 6 de mayo de 2016

La tristeza es parte de nuestra vida, debemos pasarla pero lo que siempre el cristiano debe apuntalar es a la Alegria.

miércoles, 4 de mayo de 2016

¡Es curioso!: más que dejarnos guiar por el Espíritu (¡qué gran desconocido en nuestras vidas!), lo que hacemos es, bien pasar de Él, bien “imponerle” las cosas una vez ya hemos tomado nuestras decisiones. Y lo que hoy se nos dice es más bien lo contrario: dejar que Él nos guíe.

martes, 3 de mayo de 2016

Hoy celebramos a los apostoles Felipe y Santiago. Y en los apostoles vemos esa búsqueda de Dios. Esa búsqueda que vos y yo tenemos. Nuestra vida es una búsqueda. Buscamos la felicidad. Buscamos lo que amamos.