miércoles, 30 de noviembre de 2016

El eligió a hombres humildes, pobres, sencillos, sin una gran formación académica, sin influencias, talvez, así nos imaginamos a Pedro, “rudos”, sin formación teológica, porque los hombres no se arrepienten ni se convierten con argumentos y palabras humanas, sino que por la gracia de Dios.



Mateo 4, 18-22
En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo:
-«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.


1.      VIO DOS HERMANOS PESCADORES Y LOS ELIGIÓ MIRANDO SUS CORAZONES
Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, este es el mismo lago de Genezaret o también conocido como el mar de Tiberíades. En esta oportunidad, vio dos hermanos pescadores y los eligió mirando sus corazones. Los llamó cuando estaban en su trabajo diario, la pesca, y ellos los siguieron.
Jesús no eligió gente especial, como soberanos, intelectuales o filósofos. Jesucristo elige hombres sencillos, pescadores, hombres de trabajo. Jesús sabe bien a quien elige y porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin saber que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador arroja sus palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se acercarán a Dios.
2.      ALGUNOS DATOS INTERESANTES
El “mar de Galilea,” Genezaret, tiene 21 km . de N. a S., y 12 de E. a O.; su superficie es de 170 km2 32. En la época de Cristo, una sola de sus ciudades, Tariquea, tenía 230 pequeñas barcas.
El encuentro de Jesucristo con sus próximos discípulos debe de ser en Cafarnaúm (Mc 1:21.29); éstos “arrojaban la red al mar.” Se conoce que el tipo actual de red (shabakah), es de forma circular y que los pescadores arrojan en círculo. A esto debe de responder el término de Mc 1:16. Los dos grupos de discípulos están en las barcas.
3.      PESCADORES DE HOMBRES
El llamamiento que Jesucristo les hace es para ser “pescadores de hombres.” La frase tiene sentido “escatológico” (Mt 13:47-49). Los discípulos van a congregar a los seres humanos para su ingreso en el Reino. Al punto le “siguieron,” término rabínico para expresar el discipulado.
Marcos dice que el padre de Juan y Santiago estaba en la barca con “jornaleros”, gentes a sueldo. En cambio, estos grupos binarios de hermanos no eran simplemente “compañeros” (Mc 5:10) en sus faenas de mar, pues Juan y Santiago eran “participantes”, “socios” de Simón-Pedro, seguramente en sus gastos y beneficios, como se hace hoy. Los papiros testifican estas costumbres con la misma palabra de “socios”. El hecho de “dejar las redes” allí y “seguir” a Jesús no parece exigir un completo desprendimiento material de toda su familia y bienes. Se los verá, en ocasiones, residir en su hogar, y, después de la resurrección de Jesucristo, volver a Galilea a sus faenas. Un ejemplo bien concreto es Mateo, que en su “vocación” sigue a Jesucristo, y luego aparece en su casa dando un banquete a Jesús.
4.      ELLOS DEJARON LAS REDES Y LO SIGUIERON
Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. San Marcos nos añade un dato de interés, “ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron”. Esto puede significar que dentro de la modestia de pescador de Galilea, tenía más recursos para pescar, por eso tenían jornaleros, que eran pagados para hacer esta faena.
Pero, no debemos vivir para la cosas, debemos hacerlo para los hombres y en primer lugar para Dios. Es decir las cosas sirven, pero no para adorarlas, las cosas están en orden a los hombres y los hombres en orden a Dios.
Inmediatamente al oír de Jesús “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”, Pedro y Andrés dejaron sus redes y lo siguieron. Para ellos, la redes eran toda su herramienta de trabajo, por ellas lograban su sustento. Sin embargo no dudaron y siguieron a Jesús. Así, Jesús, prolonga a través de los hombres su predicación. Hombres elegidos para ser profetas y sus apóstoles.
5.      SEGUIR A JESUS
Según entendemos los que nos relata el evangelio, Pedro y Andrés respondieron de inmediato, y Santiago y Juan, dejaron a su padre, así nos indica que para seguir a Jesús, se debe renunciar a todo aquello que se opone a su seguimiento.
Así es como Jesús sabe bien a quien elige y porque lo elige, en esta ocasión hombres que echan la red al mar sin saber que tipos de pescados sacaran. Del mismo modo cuando un predicador arroja sus palabras sobre los hombres, no conoce de antemano quienes se acercarán a Dios.
6.      TENEMOS LA GRAN OPORTUNIDAD DE SEGUIR A JESÚS
Pero también hay algo muy importante para todos nosotros, las características de los discípulos elegidos por el Señor. Esto nos sirve para que no tengamos temor y no pensemos que tenemos que superdotados en conocimientos para seguir a Jesús. El eligió a hombres humildes, pobres, sencillos, sin una gran formación académica, sin influencias, talvez, así nos imaginamos a Pedro, “rudos”, sin formación teológica, porque los hombres no se arrepienten ni se convierten con argumentos y palabras humanas, sino que por la gracia de Dios.
Entonces, nosotros, somos hombres predilectos del Señor, descubramos en nosotros mismos ese llamado, con la misma rapidez que los apóstoles y sigamos tras los pasos de Jesús. Nuestro apostolado, exige menos renuncia que el de los apóstoles y lo podemos ejercer del mismo lugar en el cual nos desempeñamos, en el trabajo, la escuela, el vecindario, la familia y los amigos.
Tenemos la gran oportunidad de seguir a Jesús, hagámoslo íntimamente en lo personal, y como apóstol entre los hombres.
Vivamos unidos en la oración

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